Becker: familia y capitalismo

El capitalismo no solo se solventa sobre capital financiero, sino también sobre capital humano, esa fue una lección importante que nos dejó el premio nobel de economía Gary Becker. El capital humano como componente del capitalismo, es el conjunto y grado de educación, conocimientos, habilidades y destrezas que tiene una persona como un factor de producción que la hacen apta para desarrollar actividades específicas. Por eso es necesario invertir en capital humano para tener sociedades más prosperas que usen de forma eficaz el conocimiento y habilidades para el crecimiento económico. ¿Pero, en manos de quien está la responsabilidad de invertir en este capital, en manos del Estado o del individuo?, en “Gobierno, Capital Humano, y crecimiento económico”, Becker concluye: “…La evidencia durante la pasada mitad de siglo muestra que una intervención muy extensiva del gobierno en la economía retrasa el crecimiento económico… En una economía de mercado que funciona adecuadamente, la basta mayoría de las inversiones en capital humano sería la responsabilidad de individuos y organizaciones: Padres que invierten en sus hijos, adultos que adquieren entrenamiento adicional, compañías y universidades que proveen entrenamiento, investigan, y desarrollan tecnologías comercializables. Para mí, estas son las principales lecciones de la evidencia que nos da el crecimiento económico de los diversos países…”

 

Padres que invierten en sus hijos, nos dice Becker, eso es parte de lo que nos muestra en su “Tratado sobre la familia” (1981), una obra donde analiza a la familia como una unidad pequeña de producción, una pequeña fábrica, una microempresa en la que se puede aplicar los conceptos más básicos económicos como crecimiento, incentivos, comportamientos, riqueza, distribución de recursos, oferta y demanda, etc.

 

Así la familia junto a la tierra, trabajo, capital, se convierte en un factor de producción muy importante, tal vez el más importante para producir capital humano; la familia, aquello que los socialistas progresistas quieren destruir por diferentes medios.

 

Solo la familia realiza una fuerte inversión en el capital humano, ni el gobierno le interesa tanto la educación, como a los propios padres, de hecho, como se explica que sean ellos quienes pasen necesidades y se sacrifiquen por el bienestar de sus hijos, obviamente el paternalismo y el Estado de bienestar también destruyen esa responsabilidad eminentemente familiar.

 

Las sociedades no crecen ni se desarrollan si no se invierte en la protección de la familia, en algún momento los padres estadounidenses y de los países ricos de Asia decidieron mandar a sus hijos a realizar estudios superiores en vez de hacerlos trabajar en la granja, fue el momento de crecimiento y desarrollo imparable.

 

Como cualquier empresa, la familia necesita tener estabilidad jurídica mediante el matrimonio, siendo el divorcio una ruptura que afecta las emociones y productividad de sus componentes, y como toda empresa requiere crecer en el número de sus miembros para solventar fuertes y solidas redes de cooperación que aseguren a sus componentes trabajo y beneficio mutuo. La patria potestad de los hijos debe estar con los padres antes que con el Estado. Becker, nos dirá: “la familia es la institución más importante en cualquier sociedad. La familia juega un rol crucial a la hora de curar las ineficiencias del sistema de mercado. La familia es la responsable de mucha de la inversión en capital humano de los niños (conocimientos, habilidades, salud), y como el capital humano es el factor clave para el crecimiento de la economía, el rol de las familias es especialmente importante”.