Carta a la administración de impuestos

Estimado señor:

Mario Cazón Morales

Presidente Ejecutivo del Servicio de Impuestos Nacionales

 

Por la presente, me permito responder a su réplica: “En respuesta a una publicación sobre los impuestos en Bolivia”, crítica a mi artículo: “Bolivia es el mismísimo infierno” donde afirmo enfáticamente que Bolivia es un infierno fiscal, como sabe Ud., fundamento esa conclusión en base a un análisis denominado: “Bolivia es el infierno tributario de América Latina” realizado por el español Diego Sánchez de la Cruz y publicado en el PanAm Post, en el cual se alerta indirectamente a todos los inversionistas del mundo: ¡Bolivia es el campeón regional de infiernos tributarios!

 

Pensé, ingenuamente, que mis lectores más curiosos recurrirían a dicho estudio para encontrar los datos, por lo que me corresponde exponerlos, ahora, pidiendo que profundicen los mismos, ya que por el espacio de estas columnas, la brevedad es un imperativo fatal.

 

Sánchez de la Cruz ha tomado como indicador de referencia la presión fiscal que mide el peso de los impuestos sobre el Producto Interno Bruto (PIB) en base a los datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyendo que Bolivia tiene una presión fiscal de 37,7%, Perú 20,1%, Guatemala 10,8%, entre otros. Simultáneamente, utiliza la medición de Henry J. Frank que mide el “esfuerzo fiscal” dividiendo la presión fiscal entre el PIB per cápita, el resultado se multiplica por 1.000, mediante esta medición Bolivia esta con una presión de 37,7 % y como tiene una baja renta per cápita de 3.099 dólares obtiene una nota de 12,2 como “esfuerzo fiscal”; mientras que Costa Rica tiene una presión fiscal de 14,1 sobre el PIB, con una renta de 10.905 dólares por habitante teniendo una nota de “esfuerzo fiscal” de 1,3; nuestros vecinos Chile y Uruguay tienen una nota compartida de “esfuerzo fiscal” de 1,8. Como ve, el Estado boliviano no solo tiene una fuerte “presión fiscal” sobre sus contribuyentes, sino que también estos están obligados a hacer un esfuerzo mayor que sus vecinos por la baja renta anual que tiene un ciudadano boliviano. Mucha presión, esfuerzo doloroso. Esto se corrobora, mediante una medición alternativa de “esfuerzo fiscal”, la de Joaquín Trigo y Mercedes Pizarro, bajo esta medición que se asemeja a la de Frank, también somos campeones en esfuerzo fiscal.

 

¿No confía en esos datos? Permítame sugerirle que lea el Ranking “Paying Taxes 2017” del PwC del Banco Mundial que califica a Bolivia como uno de los “peores países del mundo en cuanto a facilidad para pagar impuestos”, donde Bolivia ocupa el puesto 186 de 189, el 2015 ocupamos el puesto 189 y nuestra dramática situación refleja como un contribuyente destina 1.025 horas anuales de su vida para cumplir con sus obligaciones tributarias en 42 procedimientos, cuando el promedio mundial muestra que los ciudadanos de otros países dedican 264 horas en 26 pasos. Tenemos una puntuación de 83.7%, mientras que Hong Kong (China) ocupa el puesto 3 con una puntuación de 22,9 %, donde sus ciudadanos destinan 74 horas anuales en 3 pasos. Ni revisemos el último Informe de Competitividad Global del Foro Económico Mundial.

 

Según los datos que Ud. nos presenta, la “presión tributaria general en la gestión 2015 fue de 27,0%”, luego añade argumentos que aliviarían su afirmación hasta el presente, permítame decirle que no confió en sus datos oficiales, de todas maneras compare con la presión fiscal de Guatemala que oscila por el 10,8%, ¿los bolivianos somos más opulentos?, por favor, calcule el “esfuerzo fiscal” que hacemos los bolivianos para pagar impuestos, mediante sus datos, frente a nuestros vecinos chilenos, como sabrá es importante esta fea comparación, ya que nuestros familiares están optando por trabajar en tierras mapuches de empleados y sirvientas para sobrevivir.

 

Menciona normativas que condonan ciertas deudas desde el 2016, año que legisladores presionados por sectores productivos salieron y salen a las calles, denunciando el “terrorismo tributario” ejercido sistemáticamente desde 2006 y del cual se jactan por sus records en recaudaciones superando a regímenes dictatoriales, obviamente, ¡una década de terror y continua!

 

Asimismo, revisemos un estudio nacional denominado: “En Bolivia, ni las empresas pagan impuestos, ni el sector hidrocarburífero es el que más contribuye” de Gustavo Marcelo Rodríguez Cáceres, donde claramente se nos hace entender que somos los ciudadanos de a pie quienes pagamos más que los ingresos obtenidos por hidrocarburos o las cargas de las empresas.

 

Los paliativos que menciona no curan el tumor canceroso, todos los días las personas lloran por sanciones e intereses sobre intereses que se acumulan provocando deudas millonarias, por eso, necesitamos una reforma tributaria acorde con los principios de impuesto de las tres “u” de Alberto Mansueti, que se refiere a: Único (ese solo); Universal (sin excepciones); y Uniforme (igual para todos), eso será tributar en facilito.

 

Muchas gracias por su atención.