Capitalismo on line

En marzo del 2000, el premio Nobel de economía, Milton Friedman, participó de una entrevista denominada: “The economy’s new clothes”, donde aseguraba que el Internet estaba transformando no sólo las formas de comunicación, sino también, la manera de hacer negocios, este fenómeno conlleva una prosperidad imparable, en lo que llamó un “long boom” del mercado.

 

Friedman estaba tratando un tema nuevo en el ocaso de su vida, afirmaba, que el Internet reduce el Estado, porque está herramienta puede complicar la recaudación de impuestos, una de sus grandes virtudes, es que permite a las personas hacer transacciones a distancia, anónimamente, a través de varios países, en secreto de forma encriptada, ese efecto, es lo suficientemente amplio para la oferta y la demanda, por ejemplo, una persona puede vender un celular usado sin aumentar el precio por pago de impuesto, de forma similar, grandes compañías extranjeras contratan gente en países como la India para trabajar para ellos (lo que se denomina outsourcing), y les están pagando en la India, remuneraciones que no se contabilizan para fines tributarios en los países de origen de éstas empresas, entonces, dice Friedman, que existe una adicción mundial para evadir impuestos gracias al Internet. Entonces, las transacciones no pagan impuestos o son realizadas en países con menores cargas tributarias, la tecnología reduce la intervención del Estado.

 

Los gobernantes ven con recelo este fenómeno, y buscan formas de controlar, vigilar y penalizar la libertad económica mediante la misma tecnología o mediante normas legales, por ejemplo, en Bolivia en diciembre de 2013, la administración tributaria ante la expansión masiva del comercio electrónico emitió la Resolución Normativa de Directorio No. 10-0044-13, sobre ventas de bienes por medio de sitios Web, redes sociales, redes informáticas alojadas en Internet, advirtiendo la obligación de facturar ante la expansión masiva de operaciones de compras y ventas, estableciendo fuertes sanciones económicas a vendedores e intermediarios que no facturen, como a los portales de los sitios que no muestren en lugar visible el Número de Identificación Tributaria.

 

Desconozco que medios, estan usando y buscando utilizar los gobiernos para controlar tantos datos y transacciones que se dan a cada minuto, el ojo orwelliano no duerme.

 

Esta claro que las empresas formalmente registradas utilizan sus portales digitales como plataformas, a modo de vitrinas virtuales, para mostrar bienes y servicios, a sus clientes y posibles clientes nacionales o extranjeros, el uso y visibilidad en los medios electrónicos es de vital importancia comercial, una especie de inversión para promoción y ventas satisfactorias.

 

Pero no solo los formales utilizan estas herramientas, también millones de héroes anónimos, venden desde sus perfiles, muros y grupos abiertos o cerrados desde inmuebles, vehículos, celulares, maquinaria, servicios, etcétera, tratando de sobrevivir a pesar de la confiscación al que están expuestos, por estar penalizada la evasión de impuestos, informales a quienes el Estado mira como delincuentes.

 

Millones de personas instalan y usan estas y otras tiendas virtuales, intentando ganar confianza con sus clientes, mediante catálogos, manuales, demostraciones, referencias, calificaciones, comentarios, etcétera, para hacer negocios desde sus casas, oficinas, desde sus celulares, esta forma de intercambiar voluntariamente bienes y servicios, esta forma que tienen millones y en aumento de personas en el mercado virtual, de ejercer con tanta facilidad la libertad económica hubiera sido de mucho agrado para Milton Friedman.