Marxismo Cultural y Corrección Política

¡Trabajadores del mundo, uníos! , ese fue el principal mensaje que Marx exhortaba en el Manifiesto del Partido Comunista el año 1848, profetizando la llegada inexorable de la dictadura del proletariado;  pero lo que paso después no fue precisamente eso, el comunismo soló se había consolidado en Rusia; además, los proletarios ingleses, franceses, austriacos  y alemanes se quitaron sus overoles para vestir uniformes militares y luchar entre sí en las dos guerras mundiales; los trabajadores no tenían formada una conciencia de clase y eran más leales a sus países, tradiciones, iglesias y valores culturales. ¿Marx estaba equivocado?

Para salvar la teoría marxista de la refutación, sus seguidores analizaron y concluyeron que para destruir el capitalismo tenían que socavar sus instituciones; según el escritor William S. Lind, los pensadores Gramsci y Lukács creían que la cultura occidental encegueció a la clase obrera con respecto a sus verdaderos intereses, entonces esa cultura debía ser destruida, Lukács se preguntaba: ¿Quién nos salvaría de la cultura occidental?, siendo comisario del gobierno bolchevique de Bela Kun en Hungría, implantó la corrección política en las costumbres familiares, sexuales y la educación de los niños. En Alemania, el hijo de un millonario agricultor, Felix Weil, decidió fundar el Instituto para el marxismo (siguiendo los lineamientos del Instituto de Marx y Engels de Moscú); luego para evitar ser etiquetados se llamó el Instituto para la investigación social (Escuela de Frankfurt), Luckács pertenecía a la Escuela y sus análisis fueron la base del programa de estudios, así nació lo políticamente correcto.

Mientras tanto en Italia, desde la cárcel, Gramsci se diferenciaba de Lenin y planteaba que antes que el poder político, lo importante era la conquista de la hegemonía, por eso era  necesaria una “agresión molecular” contra la sociedad civil, la cultura y los medios de comunicación antes que la lucha armada. Gramsci alentaba “la larga marcha sobre las instituciones”; con la hegemonía, nadie podía pensar fuera del orden establecido, el proyecto político dominante no tendría alternativa: “Tomen la cultura y la educación y todo lo demás se dará por añadidura”.

Horkheimer tomo el liderazgo de la Escuela de Frankfurt y se concentró en la parte cultural del marxismo buscando un sustituto de la clase obrera, el capitalismo oprimía a la clase obrera y la cultura occidental oprimía psicológicamente a otros sectores de la sociedad, así se unen las pseudociencias del marxismo y psicoanálisis freudiano para formar la “Teoría crítica”, que no es otra cosa que criticar el capitalismo y la sociedad occidental.

Los oprimidos son los homosexuales, estudiantes, mujeres, minorías raciales, ecología, etc., entonces es necesaria la revolución cultural, social y sexual, para eso es necesario implantar la corrección política politizando la lógica, Horkheimer decía: “la lógica no es independiente del contenido”, entonces un argumento es lógico si ayuda a destruir la cultura occidental y es ilógico si la defiende.

La tolerancia es la cualidad de aceptar que las otras personas tienen derecho a tener sus propias ideas, creencias y opiniones, prescindiendo si son verdaderas o falsas, soportarlas sin necesidad de compartirlas, siendo el desacuerdo muy importante; pero la “nueva tolerancia” denomina al desacuerdo como fobia, odio, intolerancia y prejuicio. Marcuse acuñó la idea de la tolerancia represiva y liberadora, herramienta de la corrección política para aceptar lo progresista y rechazar lo demás, tornándose imposible cualquier discusión racional.