La Democracia Pervertida

Si bien, la palabra democracia significa “el gobierno del pueblo”, no es menos cierto, que en la antigua Grecia, la democracia era todo lo contrario a cualquier tipo de tiranía, por eso solo existirían dos tipos de sistemas políticos: la democracia y la autocracia (tiranía, dictadura, autoritarismo, totalitarismo).

Los antiguos griegos no tomaban la democracia como un mero hecho cuantitativo para elegir gobernante. Era ante todo un hecho cualitativo, la democracia era una institución política que garantizaba la defensa en contra de cualquier clase de tirano.

Esto se puede comprobar conociendo la utilidad del castigo por ostracismo implementado por Clístenes el año 510 a.C., el cual consistía en desterrar o excluir de la polis, de manera temporal, a personas incómodas o peligrosas para la preservación de la democracia.

En el Ágora de Atenas, los ciudadanos votaban poniendo el nombre de quien debía ser desterrado de la polis, escribían el nombre del ciudadano en un pedazo de arcilla, cáscara de huevo o caparazón de tortuga (ostracón), considerando peligroso a todo aquel que alcanzaba cierto nivel de popularidad, entre los desterrados estaban Hiparco, Jantipo, Temístocles, Arístides, quien incluso defendió a los campesinos, conociéndose que el último condenado fue el demagogo Hipérbolo el año 417 a.C.

El ostracismo era un mecanismo de autodefensa popular en contra de los populares, para evitar que estos sean tiranos por la ambición y la sed de poder, quienes podían hacerse de apoyo de la mayoría y destruir la democracia. Se cuenta que un analfabeto pidió a Arístides escribir el nombre de Arístides en el ostracón, este con gran sorpresa le pregunto si le había hecho daño esta persona, y el analfabeto replico que ni siquiera lo conocía, tan solo estaba cansado que todos mencionen su nombre llamándole el Justo, esto lo cuenta Plutarco.

En “La sociedad abierta y sus enemigos” de Karl R. Popper se menciona las observaciones sobre el génesis de la democracia más allá de un mero concepto etimológico que significa el gobierno de la mayoría, recordemos como la mayoría llevó al gobierno a un dictador como Hitler.

Incluso para comprender la democracia y sus verdaderas raíces, Popper nos sugiere leer “El discurso de fúnebre de Pericles”, escrita por Tucídides, un alegato de defensa de la democracia ateniense frente al tribal modelo espartano. La democracia como un sistema que respeta al individuo dice Pericles, también en la democracia no todos los ciudadanos gobiernan, son pocos los gobernantes, pero todos tienen derecho de juzgar a los gobernantes.

Pero en sociedades colectivistas como Bolivia, la democracia se pervirtió, este término fue envenenado por la deshonestidad e ignorancia de gobernantes y sus plumas de a sueldo, quienes han vaciado su contenido para instrumentalizarla según sus propios deseos.

En Bolivia la democracia es meramente cuantitativa, sumada a la mentalidad autoritaria de la mayoría de los bolivianos han hecho de la democracia una caricatura, donde se premia al caudillo populista que actúa como tirano, diferente a las intenciones de la Grecia Antigua.

Pero mejor definamos esta perversión como “democradura” como bien diría Revel. En esta democradura o democracia instrumental plebiscitaria, el individuo no es nada y la comunidad lo es todo. Peor aún, los ciudadanos piensan que gobiernan, pero solo pocos gobiernan ¿yo no gobierno, Ud. Gobierna amable lector? Menos es aceptable juzgar al gobernante, lo que escandalizaría a Pericles.

A quienes pervierten y envenenan la democracia con su impostura, falsa teoría y sus acciones políticas, deberíamos recordarles las palabras de Aristóteles: “Lo único que justifica gobernar a hombres libres e iguales es que cada uno gobierne por su turno” (Libro III de la Política)