Bolivia: El “perdonazo” que no perdona

El proyecto de Ley de Regularización en el pago de Impuestos de Dominio Tributario Nacional, ley conocida popularmente como “perdonazo”, establece una serie de condonaciones excepcionales de multas e intereses para algunos ciudadanos, cuyo principal objetivo es recaudar ingresos en un momento crítico de recesión económica en la realidad nacional, el gobierno tiene que cumplir con promesas de fin de año, entre ellas, el doble aguinaldo como dice el analista Pablo Cuba, y se viene la campaña electoral que trata de asegurar el prorroguismo en el poder.

Esta condonación no alcanza para contribuyentes que no reconozcan su deuda tributaria y obliga a desistir a quien hayan realizado impugnaciones, tampoco alcanza para contribuyentes que tengan deudas con municipios o gobernaciones, ya que está claro el objetivo de recaudación del gobierno central, ¡sálvese quien pueda!

El gobierno reconoce que la deuda tributaria es bastante elevada, casi impagable en la mayoría de los casos, pero no reconoce que las deudas millonarias se deben a que estas se calculaban sobre el total facturado y no así, solamente sobre las utilidades, como debería haber sido, aspecto que dio origen al D.S. 3050, después de ser asfixiado el contribuyente para mantener un falso superávit, tal como lo hace notar Henry Pérez Oxa

Las leyes tributarias en Bolivia no tienen un enfoque regulatorio, tienen un enfoque sancionatorio, es decir, todas las acciones de la administración tributaria están enfocadas a buscar faltas en el contribuyente, para que este pague multas exageradas, intereses abusivos, actualizaciones incomprensibles, tal como si se tratase de interés sobre interés, lo que constituye un delito llamado usura-anatocismo si un particular lo realiza, pero si lo hace el Estado no pasa nada, el interés compuesto presente en la Ley Nº 812 tal como apunta Marcelo Gonzales Yaksic.

No hay perdón con semejante carga fiscal, no hay conmiseración ante el esfuerzo fiscal al cual está sometido el boliviano, no existe el impuesto en “facilito”, por eso y muchos aspectos más, Bolivia ha sido calificada como “infierno fiscal” por organismos internacionales como el Banco Mundial mediante la PwC y el índice “paying taxes”, aspectos que ha sido ocultados sin éxito por los mandarines del gobierno.

Los contribuyentes piden un verdadero perdonazo con un nuevo Código Tributario, no medidas desesperadas de un gobierno en crisis afanado de recaudar dinero, por ejemplo, los transportistas piden la universalidad de todas las facturas para crédito fiscal, porque al momento de descargar, la mayoría de las facturas no sirven para nada, además, que la prescripción para la acciones de cobro de deudas tributarias sea de dos años como plazo, también, la creación del Defensor del contribuyente con atribuciones sancionatorias a extorsiones o casos de corrupción, la amnistía para deudas tributarias para que solo se cobre la deuda tributaria original sin recargo alguno, y que la deuda tributaria no sea heredada, etc. Estas son demandas que nos interesan a todos.

Dice el profesor Miguel Anxo Bastos: “Desde el momento en que tu aceptas el impuesto (el impuesto puede ser más liviano o menos liviano) estas aceptando que tu riqueza no es tuya…”, los libertarios exigen la eliminación de los impuestos por ser un robo; mientras que los liberales clásicos, plantean el impuesto único, uniforme y universal como lo presenta Alberto Mansueti, tributo dentro de un gobierno limitado y la actividad privada como motor de desarrollo económico preponderante; mientras los socialistas no perdonan al contribuyente.