Abogar por una sanidad privada

Para cualquier tipo de intervención o un mero chequeo médico de rutina, el presidente Evo Morales acude a la Clínica privada Los Olivos de Cochabamba, es decir: el primer burócrata del Estado plurinacional pone su cuerpo en manos privadas y deja de lado la sanidad pública cuando se trata de su vida.

 

También es necesario reconocer que aumentando el presupuesto para la salud no lograremos resolver el problema de infraestructura y calidad de servicio de salud en Bolivia. Tenemos que posibilitar y abogar para que la sanidad privada trabaje libremente, este incentivo puede aumentar el número de clínicas y hospitales privados que desarrollen sus actividades en competencia. Todos los bolivianos deberíamos elegir libremente donde hacernos curar, no solamente los burócratas de alto rango pueden tener este privilegio.

 

El sistema de salud pública monopolizada ha fracasado y las leyes deben permitir que exista un sistema abierto y descentralizado de competencia, que abarate los costos y donde exista la soberanía del consumidor es decir del paciente, hasta ahora quienes determinan las directrices del servicio sanitario son los burócratas y los gremios o sindicatos en torno al sistema público, esto debe quebrarse y eliminarse por el bien de los usuarios. De hecho, este tipo de competencia privada y soberanía del paciente existe en el área odontológica. En la práctica, la competencia permitiría que la calidad y el bajo costo posesionen a los mejores hospitales y clínicas.

 

Por otro lado, el “derecho a la salud gratuita” puede ser vista como una forma de esclavitud contemporánea; si uno demanda la atención en virtud a este derecho, prácticamente está pidiendo que médicos, enfermeras, asistentes, administrativos y conserjes de hospitales estén en la obligación de curarlo de forma gratuita y esto se puede hacer cumplir mediante la amenaza del uso de violencia estatal, de esta manera se violan derechos de otros ; pero sabemos que no existe nada gratis, el uso de camillas, frazadas, ambulancias, limpieza, instrumental y aparatos de uso médico tiene que estar costeados por alguien. Como contribuyentes, tal vez observamos con preocupación que los gobernantes despilfarren los tributos y por eso se nos ocurre exigir aumento de presupuesto para la salud, pero esto no soluciona nada, los gremios utilizan ese presupuesto para aumentar los sueldos quedándonos crónicamente con el mismo problema, entonces la solución pasa por la privatización del sistema de salud.

 

Según la Constitución Política del Estado de Bolivia en su Artículo 37 sentencia: “El Estado tiene la obligación indeclinable de garantizar y sostener el derecho a la salud, que se constituye en una función suprema y primera responsabilidad financiera”, esta normativa debe cambiar y devolver la responsabilidad a la misma sociedad, porque so pretexto de cumplir con este mandato, el político extorsiona con impuestos compulsivos que gasta en sueldos de funcionarios supernumerarios, menos en lo que debería estar destinado:  al mismo contribuyente; quien podría ahorrar y rentabilizar ese monto para su propio beneficio. Entonces, la sociedad debe exigir al Estado eliminar barreras para el emprendimiento privado, debe exigir que exista libertad en el lado de la oferta del servicio de salud y libertad en el lado de la demanda, libertad de elegir dónde curarse.

 

Así el Estado beneficiaría a miles de bolivianos pobres, podemos empezar liberando de aranceles a la importación de equipos médicos y no atosigar con cargas a clínicas y hospitales privados; es admirable observar cuanto ha hecho el capitalismo competitivo en países como la India con la sanidad privada “low cost”, el hospital Narayana Hrudayalaya o Narayana Health es un claro ejemplo de como se ha conseguido lo que muchos burócratas no consiguen en sus carreras: salvar a los más pobres.

 

De la misma forma, con los incentivos a la sanidad privada podemos mitigar el problema de la “fuga de cerebros”, es decir, lograr que los médicos que hacen su especialidad en el extranjero, vean atractivo y conveniente regresar a su país de origen junto a sus seres queridos con la posibilidad de emprender y generar beneficios, así ganamos todos.