Libertad y liberalismo en Bolivia

 

 

 

Sostengo que los liberales bolivianos tienen el trabajo de revisar la historia de las ideas de su país, esa revisión implica todos los conocimientos que van desde la filosofía, historia, economía, política, literatura, derecho, pedagogía, etc., para así reivindicar los ideales que conforman el cuerpo teórico liberal, todo este trabajo con el afán de mostrar el temple de sus hipótesis y porque vienen triunfando en países desarrollados que de alguna manera han tomado en mayor grado que nuestro país, las ideas de la libertad.

Es necesario levantarse con la frente en alto para defender la construcción de una sociedad libre y abierta, divulgar y convencer a las grandes masas del porqué se debe apostar por el liberalismo. Tarea ingrata y difícil después de haber sido derrotados históricamente por pensadores conservadores, socialistas, socialdemócratas y las mismas personas que se han autodenominado liberales, pero que han sido furibundos críticos del mercado.

No quiero decir que no debamos criticar a los actores del mercado, pero lo que se ha llamado la “noche negra del neoliberalismo” refiriéndose al periodo que empieza desde 1985 con el Decreto Supremo Nº 21060, no ha sido otra cosa que mercantilismo y estatismo, enfermedad crónica boliviana que hasta ahora no tiene cura, incluso transitando por décadas anteriores, lo que se denominaba Partido Liberal, actuaba de manera antiliberal, estos y muchos actos han servido a los detractores como justificativos para convertir al liberalismo en una especie de adjetivo despectivo, por lo que corresponde a sus seguidores cambiar esta situación, interpretando y reinterpretando la historia que ha sido escrita por socialistas.

Desde la escuela se adoctrina sobre la mentalidad anticapitalista, que hasta sus beneficiarios le dan mala prensa y como diría Ludwig von Mises, es presentada como la apoteosis del egoísmo y de la explotación, es el capitalismo salvaje e inhumano lo que queda en el subconsciente, la mentalidad anticapitalista que se concreta en toneladas de hojas escritas por intelectuales vilipendiando el sistema que está salvando millones de personas de la pobreza extrema, intelectuales movidos por motivos psicológicos ya sea el resentimiento, soberbia o la ignorancia como acertadamente diría Mises.

Entonces es parte de la responsabilidad intelectual, desentrañar, buscar, excavar, perseguir, mostrar los hitos más importantes del quehacer cultural nacional para someter a prueba si en verdad es el liberalismo el responsable de nuestra pobreza o en caso contrario, es el estatismo con sus variantes socialistas, nacionalistas, militaristas, mercantilistas las causantes del retraso frente a otros países que hasta ayer eran tan o más pobres que Bolivia.

Este es el fin, del porqué los liberales tienen que explicar a los demás en la sociedad de la conveniencia de la libertad como forma de vida que no permite la intervención externa estatal o la reduce drásticamente para afirmar la acción humana. Además de avivar el debate de la pertinencia o no del liberalismo, o como mucha gente se siente identificada con todo el ideario del liberalismo, pero no lo conoce o no quiere aceptarlo por esa mentalidad anticapitalista.

De este modo, están surgiendo paneles de discusión, columnas de opinión, conferencias, simposios, coloquios donde se trata de socializar no solo el liberalismo político sino también el económico, esto a cargo de distintas personas e instituciones comprometidas con ese noble fin, dentro de las cuales podemos mencionar la iniciativa de la Fundación Milenio que acaba de imprimir el libro: “Libertad y liberalismo en Bolivia” que tiene como autores a Roberto Laserna, Fernando Molina, H.C.F Mansilla, Adolfo Cáceres Romero, Juan Antonio Morales y Luis Christian Rivas Salazar, cuyos ensayos tratan de girar en torno a lo anteriormente mencionado de alguna u otra manera. Este libro que pretende animar el debate, se presentará en algunas ciudades de Bolivia, en Santa Cruz de la Sierra, por ejemplo, será comentado por Enrique Fernández García el 1 de septiembre en el Centro Ecopedagógico Simón I. Patiño a las 19 horas;  a la misma hora   y el mismo día en el Café Cowork sobre la C. Huallparrimachi en Cochabamba a cargo  de Roberto Laserna, Adolfo Cáceres Romero y Juan Cristobal Soruco. Por lo que hago la cordial invitación para participar de este debate.